
¿Conocías el síndrome conocido como las piernas inquietas? Esta publicación aborda los puntos más relevantes para tu información.
Descripción general
El síndrome de las piernas Inquietas, también conocido simplemente “SPI”, que se conmemora cada 23 de septiembre, es es una condición de origen neurológico, que afecta al sistema nervioso y causa grandes molestias en las extremidades con una fuerte necesidad de mover las piernas que suele deberse a una sensación de incomodidad en las piernas. Suele ocurrir por la tarde o la noche cuando estás sentado o recostado, por lo que es considerado como uno de los trastornos de sueño más severos.El movimiento alivia la molestia de forma temporal.
El síndrome de las piernas inquietas puede empezar a cualquier edad y tiende a empeorar a medida que pasan los años. Puede interrumpir el sueño, lo que interfiere en las actividades diarias. El síndrome de las piernas inquietas también se conoce como enfermedad de Willis-Ekbom.
Algunas medidas sencillas de autocuidado y cambios en el estilo de vida pueden ayudar a aliviar los síntomas. Los medicamentos también ayudan a muchas personas con el síndrome de las piernas inquietas.
Esta condición puede definirse en base a cuatro criterios:
- Una necesidad abrumadora de mover las piernas. En ocasiones, se puede
extender a los pies, pantorrillas y muslos. Ocasionalmente, los brazos también son afectados.
- Los síntomas aparecen y se agravan cuando las personas están en situaciones de inactividad (por ejemplo, sentadas o acostadas).
- También, los síntomas aparecen o empeoran durante la tarde y noche.
- Los síntomas desaparecen o mejoran con el movimiento o estiramiento de las extremidades.
La frecuencia del SPI varía de acuerdo a cada persona: mientras que algunas sólo presentan los síntomas ocasionalmente, otras los tienen a diario.
A su vez, los síntomas pueden variar de leves/moderados a severos. Para estos últimos, la condición puede llegar a ser muy angustiante, y terminar afectando su rutina diaria.
Ir a indiceSíntomas
El principal síntoma del síndrome de las piernas inquietas es la necesidad de mover las piernas. Es común experimentar lo siguiente:
- Sensaciones de incomodidad que comienzan durante el descanso. Por lo general, la sensación en las piernas comienza después de haber estado acostado o sentado durante períodos prolongados. Puede ocurrir mientras estás sentado en el auto, en el avión o en el cine.
- Alivio con el movimiento. La sensación del síndrome de las piernas inquietas disminuye con el movimiento. Estirarse, sacudir las piernas, pasearse o caminar puede mejorar los síntomas.
- Los síntomas empeoran por la tarde. Los síntomas aparecen principalmente de noche.
- Movimientos involuntarios en las piernas por la noche. El síndrome de las piernas inquietas puede estar asociado a otra afección más común que es el movimiento periódico de las piernas durante el sueño. Esta afección ocasiona que las piernas se agiten y pateen durante el sueño, posiblemente durante toda la noche.
La gente suele describir los síntomas del síndrome de las piernas inquietas como sensaciones intensas y desagradables en las piernas o los pies. Suelen ocurrir en ambos lados del cuerpo. Es menos común que estas sensaciones se presenten en los brazos.
Estas sensaciones se sienten dentro de las piernas en vez de en la piel. Se describen de la siguiente manera:
- Cosquilleo
- Tirones
- Sensación pulsátil
- dolor;
- Picazón
- Choque eléctrico
- Hormigueo, ardor, picazón o palpitaciones
- Una sensación «escalofriante».
- Sentir como si en los vasos sanguíneos estuviese circulando “agua con gas”,
- Una dolorosa sensación de calambres en las piernas, especialmente en las pantorrilla.
A veces las sensaciones del síndrome de las piernas inquietas son difíciles de explicar. Las personas con síndrome de las piernas inquietas no suelen describir la afección como un calambre o entumecimiento muscular. Sin embargo, es frecuente que la describan como un deseo intenso de mover las piernas.
Es común que los síntomas mejoren y empeoren. A veces, los síntomas desaparecen por períodos y, luego, vuelven a aparecer.
También, más del 80% de las personas que poseen PSI, presentan un síntoma llamado “Movimiento Periódico en las Extremidades”. Éste se manifiesta mediante movimientos involuntarios, principalmente a la noche (mientras la persona descansa).
Los movimientos son cortos y repetitivos, y generalmente ocurren cada 20 o 40 segundos.
El diagnóstico del SPI se divide en dos categorías:
-Inicio temprano: se diagnostica antes de los 45 años de edad, el paciente suele tener antecedentes familiares y se caracteriza por un progreso lento de la afección.
-Inicio tardío: en este caso, la progresión del SPI es más rápida, y el diagnóstico se establece después de los 45 años de edad.
Cuándo consultar al médico
Habla con el profesional de atención médica si presentas síntomas del síndrome de las piernas inquietas. El síndrome de las piernas inquietas puede interferir en el sueño, causar somnolencia durante el día y afectar la calidad de vida.
Ir a indiceCausas
Por lo general, el síndrome de las piernas inquietas no tiene causa conocida. Los investigadores sospechan que la afección puede deberse a un desequilibrio de la dopamina, sustancia química del cerebro. La dopamina envía mensajes para controlar el movimiento muscular.
Factor hereditario
A veces el síndrome de las piernas inquietas es hereditario, especialmente si la afección comienza antes de los 40 años. Los investigadores han identificado sitios en los cromosomas donde pueden estar presentes los genes para el síndrome de las piernas inquietas.
Embarazo
El embarazo o los cambios hormonales pueden empeorar los síntomas del síndrome de las piernas inquietas. Algunas personas contraen el síndrome de las piernas inquietas por primera vez durante el embarazo, especialmente durante el último trimestre. Sin embargo, los síntomas suelen desaparecer después del parto.
Factores de riesgo
El síndrome de las piernas inquietas puede manifestarse a cualquier edad, incluso durante la niñez. La afección es más común a medida que avanza la edad. También es más común en las mujeres que en los hombres.
Usualmente, el síndrome de las piernas inquietas no está relacionado con una enfermedad grave subyacente. Sin embargo, a veces sucede junto con otras afecciones, como las siguientes:
- Neuropatía periférica. En ocasiones, este daño a los nervios de las manos y los pies se debe a enfermedades crónicas, como la diabetes y el trastorno de consumo de alcohol.
- Deficiencia de hierro. Una deficiencia de hierro, que es la cantidad insuficiente de hierro en el organismo, puede causar o empeorar el síndrome de las piernas inquietas. Las personas con antecedentes de sangrados estomacales o intestinales pueden tener deficiencia de hierro. La deficiencia también puede afectar a las personas que tienen menstruaciones abundantes o que donan sangre con frecuencia.
- Insuficiencia renal Si tienes insuficiencia renal, también puedes tener deficiencia de hierro, a menudo con anemia. Cuando los riñones no funcionan correctamente, las reservas de hierro en la sangre pueden disminuir. Esto, junto con otros cambios en la química del cuerpo, puede causar o empeorar el síndrome de las piernas inquietas.
- Afecciones de la médula espinal. Los daños o las lesiones de la médula espinal se relacionaron con el síndrome de las piernas inquietas. Si recibiste anestesia en la médula espinal, como bloqueo espinal, también aumenta el riesgo de desarrollar el síndrome de las piernas inquietas.
- Enfermedad de Parkinson Las personas que tienen la enfermedad de Parkinson y que toman medicamentos llamados agonistas dopamínicos tienen un mayor riesgo de presentar el síndrome de las piernas inquietas.
Complicaciones
Los síntomas del síndrome de las piernas inquietas pueden ser leves o tener graves repercusiones en la vida de las personas. Muchas personas con el síndrome de las piernas inquietas tienen dificultad para dormir o permanecer dormidas.
Los síntomas graves del síndrome de las piernas inquietas pueden afectar la calidad de vida y generar depresión. No poder dormir puede derivar en somnolencia diurna excesiva, pero el síndrome de las piernas inquietas puede dificultar dormir la siesta.
Ir a indiceTratamiento
El SPI moderado que no se encuentra vinculado a una enfermedad subyacente, puede ser manejado con simples cambios en el estilo de vida. En cambio, si los síntomas son más severos, puede ser necesaria la incorporación de cierta medicación (analgésicos, calmantes, etc.). Por último, cuando el SPI es ocasionado por una enfermedad subyacente, generalmente se cura al tratar esa condición primaria.
Cambios en el estilo de vida Hay numerosos detalles de la vida cotidiana que pueden modificarse para aliviar los síntomas de este Síndrome. Alguno de ellos son:
- Evitar estimulantes durante la noche (cafeína, tabaco, alcohol).
- Dejar de fumar.
- Ejercicio físico diario.
- Mejorar los hábitos de sueño. Por ejemplo, irse a dormir y despertarse a la misma hora todos los días, evitar las siestas, o tomarse tiempo para relajarse antes de dormir.
- Si crees que cierto medicamento está causando ese síntoma, es importante que consultes con tu médico de cabecera. Su reemplazo o eliminación podrían hacer desaparecer el SPI.

Por otra parte, durante un episodio de SPI, pueden tomarse ciertas medidas para aliviar los síntomas:
- Masajear las piernas.
- Tomar un baño.
- Aplicar compresas frías o calientes en los músculos de las piernas.
- Hacer actividades que distraigan la mente, por ejemplo leer o mirar televisión.
- Hacer ejercicios de relajación, como yoga.
- Caminar y estirarse.
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Tratamiento psicológico
Tal como mencionamos en párrafos anteriores, el estrés es en ocasiones un disparador del Síndrome de Piernas Inquietas. En estos casos, la solución puede encontrarse en terapia.
Ir a indice¿Cuáles son los últimos adelantos sobre el síndrome de las piernas inquietas?
El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicas y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS, por sus siglas en inglés) es la principal agencia federal que financia las investigaciones sobre el síndrome de las piernas inquietas. El NINDS forma parte de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés), una de las principales fuentes de apoyo a la investigación biomédica en el mundo.
- Los investigadores están estudiando los cambios en las vías de señalización del cerebro que podrían contribuir al desarrollo del síndrome de las piernas inquietas. En particular, los investigadores sospechan que una alteración en la transmisión de las señales de la dopamina en los ganglios basales podría estar relacionada. Los investigadores también esperan descubrir las relaciones genéticas en el síndrome de las piernas inquietas y entender mejor qué causa la enfermedad.
- Algunos de los investigadores financiados por el NINDS están estudiando el papel de la epigenética en el desarrollo del síndrome de las piernas inquietas. Los cambios epigenéticos pueden activar o desactivar genes, lo que puede tener un gran impacto tanto en la salud como en la enfermedad. La evidencia sugiere que la deficiencia de hierro durante el embarazo, la primera infancia y la niñez aumenta el riesgo de desarrollar el síndrome de las piernas inquietas en etapas posteriores. Los científicos tienen la esperanza de que al entender los cambios epigenéticos asociados con la deficiencia de hierro se pueda brindar nueva información sobre cómo prevenir el desarrollo de este síndrome.
- El NINDS también apoya las investigaciones sobre por qué el uso de dopaminérgicos para tratar el síndrome de las piernas inquietas, la enfermedad de Parkinson y otros trastornos del movimiento puede ocasionar otros trastornos del control de los impulsos, en tanto apuntan a desarrollar tratamientos nuevos o mejorados que eviten este efecto secundario adverso.
- Algunos de los investigadores financiados por el NINDS están utilizando técnicas avanzadas de imágenes por resonancia magnética para medir los cambios en la química cerebral en personas con el síndrome de las piernas inquietas a fin de desarrollar nuevos modelos de investigación y maneras de corregir el proceso de hiperexcitación.
- Los científicos todavía no entienden completamente los mecanismos mediante los cuales el hierro ingresa al cerebro y cómo se regulan estos mecanismos. Por ello, algunos investigadores financiados por el NINDS están estudiando el papel de las células endoteliales en la regulación del metabolismo cerebral del hierro. Las células endoteliales forman parte de la cobertura protectora llamada barrera hematoencefálica que separa la sangre circulante del líquido que rodea el tejido cerebral. Los resultados podrían ofrecer nuevas ideas para tratar los síntomas cognitivos y motores asociados con estos el síndrome de las piernas inquietas.
- Los investigadores también están probando nuevas terapias no farmacológicas, como un dispositivo compacto de estimulación nerviosa no invasiva diseñado para tratar el síndrome durante el sueño.
Se puede encontrar más información acerca de las investigaciones sobre el síndrome de las piernas inquietas respaldadas por el NINDS y otros institutos y centros de los NIH utilizando NIH RePORTER, una base de datos para hacer búsquedas sobre proyectos de investigación actuales y anteriores, respaldados por los NIH y otras agencias federales. RePORTER también incluye enlaces a publicaciones y recursos de estos proyectos. Ingrese “restless legs syndrome” para iniciar su búsqueda.
Para consultar artículos de investigación y resúmenes sobre el síndrome de las piernas inquietas, haga una búsqueda en inglés en PubMed, que contiene citas de revistas médicas y otros sitios (aunque son menos, también puede hacer búsquedas para ver si hay artículos en español).